Ministro del Trabajo se compromete a “prohibir el copago individual” en salas cuna

Sorpresa generó ayer en la comisión de Trabajo del Senado la apertura del ministro del ramo, Nicolás Monckeberg, a modificar el “corazón” del proyecto que establece el acceso a sala cuna universal para todos los hijos menores de 2 años de madres y padres trabajadores a cargo de su cuidado.

En la instancia, presidida por la senadora PPD Adriana Muñoz, el secretario de Estado planteó los temas en los que el Gobierno está dispuesto a ceder en aras de conseguir el apoyo de los parlamentarios de oposición para aprobar la iniciativa. Entre ellas impedir el copago y ampliar el universo de cobertura.

El eje central del proyecto propone eliminar la restricción establecida en el artículo 203 del Código del Trabajo, la cual limita el derecho a sala cuna a mujeres que se desempeñen en firmas con 20 o más trabajadoras. Además, plantea un aporte mensual de $ 245.000 -más matrícula- para financiar el acceso a sala cuna a niños menores de 2 años, el cual será financiado a través de una cotización mensual de 0,1% con cargo al empleador por cada trabajador -la cual formará un fondo solidario-, además de aportes fiscales.

Cambios en marcha

Una de las preocupaciones de los senadores de la comisión de Trabajo es la figura del “copago” tras el beneficio. Según planteó el senador socialista, Juan Pablo Letelier, el valor promedio de una sala cuna privada supera los $ 245.000 que entregará el proyecto, por lo cual muchas familias tendrían que financiar la diferencia.

“No le corresponde a los beneficiarios costear el resto, no debe haber copago”, dijo Letelier. Según los datos del “Estudio de precios de salas cuna 2019” elaborado por Edenred, el costo promedio es de $338.301.

Sobre el tema, Monckeberg señaló que como gobierno están dispuestos “a prohibir, impedir el copago individual. Es decir que el beneficiario no tenga, ni pueda, contribuir con sus recursos en la sala cuna”, dijo, recalcando que “creemos que el monto alcanza y que no es necesario aquello”.

Sobre el tema, Monckeberg comprometió una indicación.

Otro aspecto en el cual el gobierno cedió tiene relación con la cobertura de la medida.

La propuesta original planteaba que el monto del aporte variaría en conformidad con las horas en que se desempeña la trabajadora beneficiaria. De esta forma, en el caso de aquellas cuya jornada fuera superior a 30 horas semanales podrían acceder a la totalidad del beneficio, mientras que aquellas trabajadoras con una jornada inferior a 30 horas pero igual o mayor a las 15 horas semanales tendrían derecho a dos tercios del monto del beneficio. En tanto, aquellas cuyo trabajo significara menos de 15 horas, no podrían acceder al beneficio.

Este aspecto también sufrirá cambios, aseguró Monckeberg, detallando que “estamos dispuestos a simplificar esto que fue la principal crítica que se hizo al proyecto”, asegurando que la distinción que se aplicará será entre contratos a tiempo parcial y a tiempo completo.

“El trabajador que trabaja menos de 30 horas tiene 2/3 del beneficio y aquel que tiene más de 30 horas tiene el beneficio completo, es mucho más simple y no nos complicamos al respecto”, dijo.

El secretario de Estado también adelantó la intención de incluir el pago de la cotización para financiar la sala cuna al seguro de lagunas que propone la reforma previsional.

“Esta fue una propuesta que hizo la presidenta Bachelet en su reforma previsional que nosotros acogimos en nuestro proyecto, pero que no incluye la cotización de sala cuna. Hicimos los estudios de estabilidad del fondo y es perfectamente posible incluir esta cotización, para que opere un seguro”, acotó Monckeberg.

Todas las propuestas anteriormente señaladas quedarán plasmadas en un protocolo, según planteó el titular de Trabajo, el cual será presentado a la comisión en las próximas semanas.

“Todo esto es el corazón, es lo fundamental (...) pero estamos dispuestos a acoger buena parte de las sugerencias”, dijo Monckeberg.